La motivación también está en el equipo

Mañana comenzamos en serio la preparación de un reto. Recalco la palabra serio, porque comenzamos bajo las manos de un excelente preparador físico, que el domingo pasado batió ni más ni menos que la marca de 10:42h en el IronMan de Niza 2012! Enhorabuena. seguramente ya sabéis de quién hablo, Octavio Pérez, de la mano de Enrico Ahrens, también bajo las órdenes de Octavio, Isra García y un auténtico crack del deporte, y persona que admito, mi padre, que ya comenzó esta andadura del Half Ironman, hace 9 años bajando de 5:50 minutos con 51 años por aquel entonces en 2003. Este es el equipo que vamos a por el reto #HalfIMLanzarote ( Half IronMan Lanzarote 8 septiembre 2012). 

Mañana comienzo el entrenamiento en serio, hasta ahora, ha sido un juego, pero mañana empieza la preparación. Sin duda, la motivación de tener la fecha, 8 septiembre a 2 meses escasos es motivador, pero la idea de contar con este equipo, para soñar, es más espectacular si cabe. Compartir este camino con gente tan excepcional, eleva este reto a categoría de sueño. Sin haber hecho un triatlón, en la vida, dar semejante salto da vértigo, pero ¿Porqué no? Rodearte de gente así, te hace realmente pensar que no existen los límites. ¿Quién los quiere? ¿Lo siguiente? Quién sabe…

 

 

No puedes vencer a alguien que no se rinde

La actitud que tengamos ante esos momentos críticos que todos conocemos, es lo que nos va a hacer diferentes. Siempre un paso más, siempre un instante más, siempre una bola más. Jamás podrás venecer a alguien que no se rinde. Alguien que no se rinde, porque no teme a la derrota. Tenemos un estigma y un pudor tremendo a la derrota. pero… ¿Qué es una derrota? o ¿Qué es un fracaso? Para muchos es el fin, supone una humillación y algo que ocultar. Pero para mi, no es ninguna humillación. Es un paso más en el proceso de intentar, crear, probar y hacer cosas nuevas. Deberíamos de preocuparnos por las personas y por las emrpesas que nunca han fracasado. Las empresas más exitosas del panorama actual que no hace falta nombrar, están precedidas de fracasos estrepitosos. Quizá es una característica común de las empresas que tomaron riesgos, innovaron e hicieron las cosas de forma diferente.

Esta actitud, la podríamos reflejar en nuestro nunca bien ponderado, Rafa Nadal. Desde el momento que el juez árbitro lanza la moneda al aire, estás deseando ganarle. Porque sabes que si la moneda cae de su lado, elegirá que saques tú, y si la moneda cae de tu lado, no sabrás si hacerle servir para que esté “incómodo” o servir tú mismo que es lo que Rafa prefiere. Así que ya desde el principio estás deseando que no gane. Esa filosofía que tiene Rafa, de una bola más, un punto más o hacerle un esfuerzo adicional al contrario, aplicado a la vida o al mundo profesional, tiene un valor incontestable. Como puedes vencer a alguien que no teme la derrota… ¿Te lo has planteado alguna vez? No es fácil, porque ante situaciones de preesión, o por debajo de marcador, es cuando Rafa da lo mejor de si mismo. No tiene miedo a perder. Perder es parte de su juego y perder es parte de victoria. Es muy sencillo. Tenemos que cambiar nuestro chip de ganar/ perder. En Estados Unidos, los grandes ejecutivos que quebraron empresas y estuvieron en la más absoluta bancarrota, han llegado a percibir a posteriori, salarios hasta 6 veces superiores a ejecutivos que nunca habían sufrido un fracaso empresarial de tal calibre. ¿Cómo es esto? Nuestra lógica, nos dice que no tiene sentido. Pero quizá nuestra lógica se guíe por parámetros del pasado, y ya no sea tan lógica ni acorde a los tiempos actuales. Un ejecutivo que ha probado el amargo sabor de la bancarrota, dramas, despidos, concursos, disputas, etc. os aseguro que no volverá a cometer los mismos errores, y no querrá volver a pasar por lo mismo. A veces las experiencias solo nos entran por la piel, y no por los libros.

La felicidad no está en el cuando, está en el mientras

Parafraseando a una gran persona (y no solo por su altura) y amigo @Carlosandreu… Siempre nos estamos marcando retos, metas y fechas importantes tanto a nivel profesional como personal. Quién no ha dicho alguna vez, “el lunes me pongo a dieta, para este año me pongo como objetivo ir al gimnasio, hacer un master, el camino de santiago…” Durante toda nuestra infancia y adolescencia nos motiva y al mismo tiempo nos atormenta el “cuando”. Cuando tengas 18 podrás tener coche, cuando tengas 18 podrás entrar, cuando por fin tienes 18 y ya no quieres entrar a ese local; Cuando entres a la universidad serás adulto; No, cuando acabes la universidad; cuando termines el master; cuando tengas un trabajo serio, cuando te cases; cuando tengas un hijo; cuando tengas dos… Y esto no acaba nunca, os lo puedo asegurar.  

Nosotros empezamos en el mes de Noviembre con la idea de hacer una media maratón, en concreto la de NY. Una persona como yo, que no había corrido más de 5km seguidos, se centrará en el objetivo de correr los 21k! Pero habiendo terminado ayer, me acabo de dar cuenta que lo importante no es el hecho, la victoria o el acto en si. Hablando con un amigo, que estuvo todo el camino de santiago, diciendo “Tengo ganas de llegar a Santiago, quiero llegar a santiago, qué bien me voy a sentir cuando llegue al final…” Pero resulta que cuando llegó se llevó una desilusión. ya se había terminado. No había ya nada por lo que luchar, por lo que ilusionarse. Desde ese día, se dió cuenta que lo importante era el camino, las vivencias, la ilusión, la motivación hasta llegar y después de llegar, aprender a saborear cada instante, compartir, aprende ry mejorar. Desde ese año, lo ha hecho 3 veces más, y con una filosofía totalmente diferente, “Disfrutando el mientras porque el cuando es efímero”.  Pues gracias a esta persona, he vivido esta prueba con mucha más intensidad, porque la fecha del 18 de marzo y los 21 K no han sido la meta. Han sido un medio para entrenar con un gran amigo (www.enricoahrens.com) y con mi hermano. han sido un pretexto para salir a entrenar a las 06:30 de la mañana, han sido la inyección de motivación para salir a correr a las 22:30 de la noche después de 12 horas de despacho. Me lo he tomado como si fuese un “mientras” Y es cierto, que al cruzar la meta sentí una sensación, que espero (y voy a buscar) muchas veces más, pero eso no e slo importante. me quedo con la presión de la fecha, con la motivación, con los entrenamientos, conversaciones, planificaciones y muy importante la visualización.

Esto no va de “Carpe diem”… va de disfruta el mientras porque el cuando es efímero y siempre habrá otro cuando.