Motivaciones Ultraman UK 2014… ¿Por qué?

Buscando en mi bandeja de correo, me ha aparecido el mail de admisión al Ultraman Uk para el año que viene que me enviaron hace tan solo una semana. Y me sorprendo a mi mismo de lo que parece una locura, pero que es una chispa de motivación para :

– Entrenar más duro

– Optimizar mis horas de trabajo para trabajar lo mismo, en menos tiempo y de forma más eficaz

– Tener horas de calidad con mis amigos, familia y queridos

– Despertarme cada día con un objetivo en mente

– Sentir el miedo de no saber si lo lograrás, si acabarás o si es un reto demasiado grande

– Empujarte a ti mismo a través de las dudas

– Ser disciplinado, ordenado y convertirte en más efectivo

– Sacarle el máximo rendimiento a tus días

– Conocer más tu propio cuerpo

– Constancia

– Mejora permanente

– Dieta estricta

 

Cuando te enfrentas a este tipo de retos, escuchas numerosas voces interiores que te dicen que seas comedido, pero tienes que añadir las voces reales de tu entorno que te dicen cosas del calibre “De qué vas”, “es demasiado”, “estás loco”, “no eres profesional” etc.

Esas negaciones me evocan a imágenes a las 5AM entrenando, sentado en un bordillo agotado sin aire o subiendo un puerto de montaña sin aliento. Me encanta! Agradezco todos los consejos, pero los metabolizo como gasolina para mis sueños.

Bendita inconsciencia. Seguramente el primero que hizo un Ultraman fue tachado de loco, muchos después lo han seguido y otros tantos lo harán. Benditos locos y bendita inocencia de pensar que todo se puede hacer, porque realmente es así. Hace un año hice mi primer triatlón y ahora me veo envuelto en semejante fiesta.

El próximo 20 de Octubre comienzo a prepararme para ello. Va a ser duro, no va a ser fácil. se que sacrificios tengo que hacer, y estoy dispuesto a ello. Esto no va de ego, ni de medallas. Es mucho más. Solo los que hablan de proteínas, sales, recuperadores, offseason, cabras, voladoras, carbono, electrolitos, rpm, neoprenos, run en ayunas lo entiendan. No espero admiración de nadie, ni siquiera comprensión.

Dream Big, keep pushing

#lovamosaconseguir

#betterthingsarecoming

 

 

Mi experiencia en Ironman Bolton

Voy a empezar por lo más importante. ¿El crono? No! ¿La medalla? no! ¿La llegada a meta? Tampoco, lo siento. Lo realmente importante de todo esto ha sido las personas. Dani Juan, que voló desde Nuremberg para estar en IM Bolton, su primer Ironman como nosotros. Venía muy preparado, acompañado por grandes amigos que nos hicieron todo más fácil, gracias Soco, Rubén y Alex.. Isra García, que ha sido la voz de la experiencia, puesto que ya tenía un IM en sus piernas (Im UK Isra) en concreto el de Niza del 2012, y ha aportado consejos, tranquilidad y experiencia. Un paso más en la dirección de su Ultraman UK a finales de este mismo mes. Me quito el sombrero, dos de las pruebas más duras del mundo en el mismo mes! Woww! Y, por supuesto, Enrico, que a pesar de ser su primer IM y venir de una lesión hace tan sólo 6 semanas, ha decidido romper la barrera de las 12h. Además, de mi absoluta admiración personal como amigo y padre de tus hijos, profesional por tu desconocimiento de los límites, tengo que sumar otro apartado: el deportivo. Gracias por haber estado ahí, os quiero! Llegamos el viernes noche a Manchester y de ahí nos desplazamos a Bolton, cada uno desde su sitio, Isra desde Ibiza, Dani desde Alemania y Enrico y yo desde Alicante. Grandísimo reencuentro los 4, y manos a la obra a deshacer maletas y montar bicis y comprobar material.

Sábado mañana, hacemos un trote suave de unos 6k en ayunas. Desayuno espartano y nos vamos montados en la bici hacia Reebok Stadium que es donde se hace el registro. Un 10 para la organización. Entrega de dorsales, material, bolsas de transiciones, etc. Volvemos en bici al hotel a preparar las bolsas de las transiciones, porque además la T1 (transición nadar – bici) y la T2 (transición bici – correr) están en distintos sitios, separados al menos de 10 millas, lo que complica todo un poco más. Una vez preparado todo, vamos a la T1, hacer los últimos repasos a la bici, a dejarla en boxes y la bolsa de la T1, dorsal, zapas de la bici, casco, geles, líquidos, sales, etc. todo preparado para el día siguiente. Ahora lo mismo para la T2, nos despalzamos hasta el lugar y dejamos la bolsa de la T2. No hay posibilidad de error, geles, zapatillas, calcetines, visera, gafas, etc. Si te olvidas meter algo, no podrás volver a dejarlo. Así que las bolsas hay que hacerlas cuidando mucho los detalles. Se nos va casi el día entero, ya son las 17h. A penas 12h para la salida. Comemos algo, cargamos depósitos de glucógeno, un poco de spa para las piernas, ultimas discusiones sobre los circuitos, mapas y a dormir. 3:40AM suena el despertador. Tu mente, sabe que aunque es demasiado pronto, hoy es el día. Así qué te levantas sin problemas. Desayuno fuerte y a la prueba. A las 6AM es la salida. Pedimos un taxi, y coincidimos con el único taxista de todo Bolton, que no sabía ir al lago desde el que salíamos y no sabía nada del IM (es grave teniendo en cuenta el tamaño de Bolton, que las calles se cortan todo el día y que 1.700 locos vienen a Bolton a hacerlo). Después de perdernos, llegamos a las 5:45. Confieso que por un momento llegué a pensar que no nos dejarían entrar, porque boxes cerraba a las 5:40. Los corazones bombeando a 170 pulsaciones/minuto. Corriendo con los neoprenos puestos por la calle hasta llegar a boxes, nuestras 3 bicis son las únicas que aún tienen el protector de plástico amarillo para la lluvia. Es evidente, hemos llegado los últimos. Dejamos todo listo, y ya nos metemos en el agua, y haber llegado justos de tiempo nos hace hasta reír y queda olvidado.

Natación – 3,8k

Todo va muy rápido. Hay muchísima gente. 1.700 personas con salida única, es decir, todos entramos al agua al mismo tiempo. Increíble. Una marea de neoprenos y gorros azules. El panorama asusta. Estamos dentro del agua, esperando el pistoletazo de salida. Tu corazón se para, incluso se estremece. Justo para ese momento te has preparado tanto… Y lo sabes. Sientes que ya has estado ahí en tu mente muchas veces y sientes exactamente lo mismo que en las anteriores. Numerosas preguntas te vienen a la cabeza. Si habrás desayunado mucho o poco, si habrás entrenado lo suficiente o te habrás excedido, si habrás descansado bien.. Entre tanto pensamiento, me abrazo con Enrico e Isra y sin darnos cuenta ya estamos metidos en faena. Una auténtica lavadora humana, manos, brazos, piernas, pies, cabezas, todos buscando la misma boya. Los primeros metros recibo y doy golpes porque físicamente no hay espacio para todos. La sensación es de agobio, incluso claustrofobia en ocasiones. El circuito se compone de 2 vueltas de 1,9km con salida a tierra para volver a entrar para hacer la segunda vuelta. La primera vuelta transcurre con mucho estrés, no consigo coger ritmo, no estoy cómodo. Me encuentro con gente delante de mí que nada más lento que yo, lo que hace que me cueste coger ritmo. Antes de darme cuenta entre tanta gente, ya estoy saliendo del agua, se acaba mi primera vuelta, corremos unos 50 metros, en los que miro mi reloj, marca 34 minutos. Voy bien, dentro de lo planeado. Y de nuevo al agua, a por la segunda vuelta. En esta vuelta decido buscar mi ritmo, separándome más de la gente. Así qué nadé haciendo más distancia porque bordeaba la boya por fuera , pero me encuentro mucho mejor, sin casi gente, aunque esta decisión me cuesta regalar 600 metros adicionales a los 3,8k 😉 Salgo del agua 1 hora 15 minutos. Me dirijo a boxes, una transición rápida de 5 minutos y ya estoy en la bici.

Ciclismo – 180km

El suelo está mojado. Primer contratiempo, ha llovido casi toda la noche. Comenzamos a rodar unas 20 millas hasta llegar a un circuito que habrá que dar 3 vueltas. Llevando escasos 5 km me saltan los dos bidones y se me caen al suelo. No empieza bien el tema. De pronto, de los 3 bidones que me había preparado, a los 10 minutos de comenzar se me caen dos. Decido no parar y esperar al avituallamiento. De pronto leo en un dorsal “Santi”, llama mi atención puesto que lo que había visto hasta ese momento eran más bien “Nick, Jack, John, Steve…” Y recuerdo que mis amigos de Bilbao Gontzal y Aitzi me comentaron que había una persona de Bilbao que corría en Bolton y que se llamaba igual, así que me pongo a su lado y le preguntó, y efectivamente es el mismo Santi. Hablamos 5 minutos y cada uno sigue su camino. El asfalto es muy rugoso, muchísimos baches, es complicado rodar e ir acoplado por las vibraciones. Los desniveles son bastante pronunciados y hay un puerto que está en el circuito que tendremos que pasar 3 veces en el que tienes que ir de pie durante al menos 20 minutos. Bajadas a 60 km/h con el asfalto mojado y con baches, hacen realmente peligroso algunos tramos. Ruedo solo durante mucho tiempo sin ver a nadie conocido. Tal y como me indico el mister Octavio, cada hora pastilla de sal y gel. Sigo a raja tabla la alimentación e hidratación, tan clave en este tipo de pruebas de larga distancia. No dejo de ver gente que ha pinchado a consecuencia de los baches, rezo para que no me pase a mí, llego a los 130k y entro en la tercera y última vuelta del circuito. Sigo sin ver a nadie conocido. Me voy reservando para la carrera, mi objetivo es no hacer menos de 6h30 para llegar fresco a la maratón. Y de momento, es casi medio día, y voy dentro de mis planes. A partir del km 150 en varias ocasiones estoy a punto de bajarme de la bici pensando que he pinchado. Es realmente difícil rodar cómodo, el asfalto es mortal y me duele el cuello de las vibraciones al ir acoplado. Realmente no he pinchado, simplemente que el cansancio comienza a manifestarse. El apoyo de la gente es espectacular. Oigo cada aplauso y lo hago mío. Sin darme cuenta estoy en el km 175, rumbo a la T2. Aprieto los dientes, mi GPS no baja de 40km/h , es el tramo final y hago un esfuerzo final, ya llevo 6h45 min encima de la bici y tengo ganas de bajarme para correr. Además, ha comenzado a llover y tengo frío. Por fin llego a la transición. Esta vez me tomo con más tranquilidad. Me siento, como algo, me hidrato, tomo sales, geles y cambio las zapatillas por las de correr. Terminando de cambiarme veo a Dani, que alegría! Es al primero que veo. Se dispone a comenzar su carrera. Me comenta lo dura que ha sido la bici, los dos estamos de acuerdo en que el asfalto no ayudaba nada. Le pregunto por Enrico e Isra, ya que son las 14h y no los veo desde las 6AM y no sé si van por delante nuestra o por detrás. Me dice que Enrico le ha pasado en el km 15 de la bici como una flecha. Así que va delante de mí me alegra enormemente que no se haya caído y encima que vaya por delante. Pregunto por Isra y ninguno sabemos nada, deseo que este bien y verlo pronto. Nos abrazamos y sale como una flecha.

 Correr – 42,2km

Término mi transición y me voy. Ya son las 14h y poco, y aún me queda una maratón. La bici me ha dejado bastante tocado, pero mi mente manda. Y, hoy es el día señalado. Nada se interpondrá en este sueño, salvo una lesión. Pero mi cuerpo, está bien. San rampas, sin molestias, salvo algún roce de la bici, todo está perfecto. Comienzo a correr. A penas a los 500 metros veo a los amigos de Dani, me da un subidón tremendo verlos. Cambiamos unas palabras mientras corro y sigo. Las primeras 6 millas son todo cuesta arriba. Aquí es donde mis piernas saben que esto no será fácil. No deja de llover. Me siento pesado por el agua pero sigo, por fin llego al circuito al que tendremos que dar 3 vueltas. Llego al primer avituallamiento y comienzo a andar mientras bebo. Aquí cometo el mayor error por haberme parado. De repente, me baja todo cansancio acumulado de golpe a las piernas. Estoy fresco, de mente fuerte, pero de repente me pesa todo el doble. Así qué decido andar y correr intercalando ritmos. Al ser un circuito en bucles, veo a Enrico, está en su segunda vuelta. Nos abrazamos en mitad de la carretera, va como una moto y se le ve entero. Nos cruzamos dos palabras más y seguimos cada uno en su dirección. Cada vuelta se identifica con un color de goma del pelo. Al finalizar la primera vuelta te ponen una goma de color verde en el brazo. A acabar la segunda, de color rojo y la última vuelta, la goma es de color amarillo. Enrico lleva ya la verde y la roja. Lleva ya 26k en los pies. Llego al km 13 y me tocan por detrás. Es Isra, por fin lo veo. Ya estamos los 4 localizados, se queda un rato corriendo conmigo y comienza a acelerar, hasta que lo pierdo. Se le ve entero, va suelto. Sigo a mi ritmo andando y corriendo. Me marco objetivos cortos, como correr 5km y andar, es lo único que me mantiene a flote, si a tu mente le dices que aún te quedan 30k bajo la lluvia, probablemente no llegues al final. Así qué borro los grandes números de mi mente, y me centro en distancias cortas. Objetivos cortos, por ejemplo, correr hasta el siguiente avituallamiento, correr hasta la esquina, etc. No deja de llover. Las zapatillas pesan más, me cruzo de nuevo con Enrico ya lleva las tres gomas, miro el reloj y veo que va a bajar de 12h, me parece increíble, ha trabajado durísimo para ello, pienso que aún me quedan 20k pero no es tan duro por la alegría de ver que él llegara a meta con semejante tiempo. Me Cruzo con Dani e Isra constantemente, van aumentando ritmo y están enteros. Ya son casi les 6 de la tarde, Veo a Dani con las tres pulseras, también va a meta. Ya llevo más de 12h compitiendo, estoy entero aunque andando mucho, demasiado quizá. Pero me he enfriado y no entro en ritmo, me cuesta correr, así que decido andar rápido, voy andando a 9km por hora. Cuando me dirijo a comenzar mi tercera vuelta, me adelanta Isra como un cohete, va para meta, va a hacer poco más de 13h, nos abrazamos y le intento seguir, pero va sprintando, apenas se me escapa 300 metros, no lo suficiente para que escuche las 5 palabras que más deseas escuchar por los altavoces :”Isra, you are an Ironman” lo escucho de fondo y me ayuda a ir a por mi tercera vuelta. Ya son más de las 19h. Y me toca subir una cuesta, sigo andando y por fin veo la zona donde ponen las pulseras de colores. Esta vez es mi última vuelta, me toca la amarilla. Por fin, me la ponen, y ya estoy en mi última vuelta. Sigue lloviendo, llevo ya casi 14h sin parar. Sin comer nada sólido. Pero estoy determinado a hacerlo. No hay otra opción, y mi cuerpo está perfecto. Te encuentras historias tremendas por el camino. Cuando afronto el último tramo a meta, me cruzo con gente que está comenzando a correr, no llevan ningún brazalete, sabes que no llegarán a meta, les quedan 35k , y 3 h para cerrar la meta . Físicamente, es imposible que llegue, pero siguen adelante. Me quedan a penas 5k para meta. La euforia me invade. Comienzo a correr rápido. Adelanto a gente sin parar por primera vez en la carrera. Gente que todavía lleva una pulsera, es decir, que al menos les quedan dos horas más, siento profunda admiración por ellos, que fuerza mental. Comienzo a ver las secuelas de tanto tiempo, gente sentada en los bordillos, con calambres, vómitos, etc. aparo la mirada, para no pensar en eso. Sigo corriendo. Sólo quedo yo, mis tres amigos ya han entrado. No dejan de venirme imágenes de entrenamientos, madrugones, lesiones a mi mente, pero todo ha merecido la pena. Mi GPS me canta el km 44, es decir, o ha medido mal, o hay km extra. Ni siquiera me importa. Sigo corriendo, me encuentro increíblemente bien. Empiezo a sonreír, enfrento mis dos últimos km y son cuesta abajo. Acelero, no dejo de sonreír. El apoyo de la gente es increíble. Han estado más de 6h bajo la lluvia aplaudiendo y animando a todos. Como llevas el nombre en el dorsal, no dejan de decir “well done “Pablou”” sigo sonriendo, último km a meta, creo que voy volando, aunque estoy lejos de hacerlo, voy a 6min/k pero siento que vuelo. Ya escucho la megafonía, estoy cerca. Último apretón. Sonrío, incluso me cae alguna lágrima. Nada me puede detener. Lo voy a conseguir. No dejan de gritar mi nombre desde el público. No dejo de pensar en toda la gente que me gustaría ver y que estuviese aquí y no han podido venir, eso me da fuerza. Ya entro al pasillo que lleva a meta, veo la alfombra roja, no sé de dónde ha salido toda esa gente. Es espectacular. Levanto los brazos y entro en la alfombra roja, ya veo al speaker y 30 metros detrás el arco de meta, y por fín escucho esas 5 palabras mientras el speaker me mira sonriendo “Pablo, you are an Ironman” le choco la mano y esprinto hasta meta. No puedo parar de sonreír, increíble. Ha sido un día largo. 14h26 minutos. Un día memorable. Medalla, camiseta finisher y veo un repartidor de Dominós Pizza trayendo pizzas sin parar a la carpa de finishers. Creo estar soñando 😉 como algo y me voy a la zona de masajes. Me encuentro con Enrico, un abrazo eterno que siento que no acaba nunca y me doy un masaje mientras hablamos, él no lo necesita lleva más de 2h asimilando su hazaña. Me deja sorprendido son su tiempo. Nos encontramos con Isra, increíble sensación. Todo ha salido perfecto. Es una sensación difícil de equiparar a otra. Llegamos al hotel, tengo más de 180 mensajes, llamadas de familia y amigos. Muchos nos han seguido en streaming. Era difícil de mejorar este día, pero viendo con la gente que tengo cerca, siempre de mejora. Gracias de corazón a todos. A Dani, Isra y Enrico por hacer posible este sueño y ser compañeros de viaje de estas locuras inconscientes. A todos los que habéis estado ahí de una forma u otra. Virginia, Lauren, papa, mama… Sabéis que sin vosotros esto no hubiese sido posible. Octavio, por marcar la ruta, Marcos por ese apoyo incondicional, Nando por esa difusión en streaming eres un crack, a Enrique Bauza por esos entrenamientos psicológicos y tus mensajes de apoyo, faltabas tú, pero haremos grandes cosa juntos, lo sabes, sois muchos pero sabéis quienes sois, todos esos mensajes y palabras de ánimo no se olvidan, tenerlo por seguro. También, a los que pensaron que jamás lo haría y se permitieron el lujo de decírmelo, como si pudiesen frenar la imparable determinación y capacidad de sacrificio inherente a las personas. Gracias a vosotros también, porque en muchos momentos de flaqueza me acordé de vosotros, y me sirvió para correr 1km más. Un 10 para la organización y el público. Sin palabras.

Cuando hace un año y medio me estaba preparando para una media maratón, y me parecía imposible, desde ese día, he ido moviendo mi línea del límite físico y mental hasta acabar un IM en 14h. Una vez más, lo importante no es la meta, sino el camino.

Aprendizajes

Hay margen de mejora

Cada uno libra su batalla

Ves cuerpos retorcerse y todos tienen el mismo mérito

Cada prueba conoces mejor tu cuerpo

No esperes a tener sed para beber Come siempre que puedas, pero tampoco en exceso

Tu cuerpo necesita sales, dáselas

Los objetivos grandes desmoralizan, fracciónalos

No te auto exijas demasiado, en la prueba te la juegas todo en un día a una carta.

Hay cosa y elementos que escapan a tu control

No cruzar meta no es un fracaso. Ya has llegado más lejos que aquellos que no lo intentaron

Mi corta experiencia me dice que el entrenamiento es sólo el 60% del trabajo. Trabajo mental, descanso, nutrición y masajes (recuperación) suman el 40% restante

Prepárate bien, pero no en exceso Respeta los tiempos de recuperación y descanso

Hacer más, no siempre será enseñar mejor

Ya debes conocer y cuidar tu cuerpo, escúchalo, vives en él

El número 23… me persigue

No soy una persona nada supersticiosa. Ni creo en la suerte. Ni en los gurús. Ni en los amuletos, ni nada parecido. Confío en el trabajo, la constancia y la actitud. Tampoco creo en la casualidad. Pero si hay algo que me hace creer en destino. Me gusta pensar que cuando salgo a la calle, hay un complot que hace que todo me salga bien, que coja el camino sin tráfico, que aparque en la puerta del sitio al que voy, en definitiva, me gusta pensar que hay un complot para que todo me salga bien y triunfe (Triunfar, entendido, como que las cosas salgan como uno quería, no como éxito)

Pero esta coincidencia, me hace pensar que algo dice que siga adelante, que no renuncie: El número 23 ha sido mi número preferido desde que era pequeño. Mi dorsal en el Half IronMan de  Lanzarote era el 237. Mi sorpresa ha sido que este domingo en Arenales, mi dorsal era el 231.

Ahora que estoy de viaje durante casi 6 semanas, me han invadido las dudas, si llegaré en Septiembre a estar preparado al UltraMan. Verificando la inscripción del DID (Double Ironman Distance), Ultraman para Septiembre, me doy cuenta que mi dorsal es, como no podía ser de otra forma, el 23!

¿Coincidencia? No lo se. ¿Motivador? Seguro. Varias excusas me han pasado por la cabeza, para no hacer el Ultraman.  Entre otras, demasiados km, demasiado duro, no tengo tiempo para preparármelo, demasiado precipitado… Pero esta persecución del 23, mi número preferido, no puede ser fortuita. Es un clavo ardiendo al que agarrarme para seguir adelante. Cualquier excusa es buena para seguir.

Soy de la filosofía, anti Murphy, “Si algo puede salir bien, saldrá bien.”

Así que todo va bien, estaremos con el número 23 en Septiembre.

 

Mi crónica de Arenales 113, 5h24min que no olvidaré

El tiempo te medirá, pero no te esfuerces por él. Hazlo por ti

Estamos a Lunes 15 de Abril, me encuentro en Río de Janeiro, recién aterrizado, he tenido algo de tiempo para redactar este post durante el vuelo. Me parece increíble que ayer mismo, estuviese haciendo un medio Ironman y hoy estar en Río, Brasil.

Con las marcas presentes todavía en la piel de algo de insolación y algo de agujetas, me emociona recordar que tan solo 24 horas antes estaba cruzando la meta. Vivimos tiempos increíbles.

Arenales 113 ha sido siempre una prueba que ha llamado mi atención, muchos amigos y conocidos la han realizado con anterioridad y eso me motivaba muchísimo, y después de hacerla, tengo claro, que repetiré todos los años que pueda.

Parece mentira, que haya podido acabar la prueba, por el simple hecho de que a penas he podido entrenar 4 semanas escasas consecutivas, de las que la última semana es de descanso activo, en la que a penas se trabaja con carga kilométrica. Aquí tengo que dar de nuevo las gracias al mister, Octavio Pérez  que como siempre ha hecho su trabajo a contrarreloj y que nos sirve de faro a todos los miembros del club de tri Sweet Fruit & Rock´n Roll Team

Este medio Ironman lo he compartido con dos amigos de Bilbao, que han venido a pasar unos días, Aron e Iker, con Quique que se ha estrenado en la larga distancia batiendo el crono como un animal, mi inseparable Enrico , Dani Juan que ha bajado 20 minutos de las 5 horas , sin comentarios, que es parte del equipo que intentaremos batir el Ironman de Bolton el próximo 4 de Agosto de 2013 y con otros compañeros como, Arturo Vicente,  en especial, Marcos Cazador de sueños, un animal que ha bajado de las 5h sin despeinarse, un placer haberlo conocido en persona, y saber que compartiremos el UltraMan en Septiembre! Sigue volando.

Esta última semana ha sido más bien de descanso cara a la prueba, siguiendo las indicaciones del mister, que en tan solo 3 semanas de carga me ha preparado, puesto que hace 4 semanas estaba en Hong Kong, la semana anterior en UK impartiendo clases, la anterior en Corea del Sur, la anterior en Japón, etc. Y me había sido imposible físicamente entrenar. He llegado algo pasado de peso, para mi gusto, pero haciendo todo lo posible, como siempre.

Llega el sábado, nos reunimos en mi casa a preparar la prueba, repasar circuitos, transiciones, tiempos y a hacer predicciones. Y ya nos vamos a Arenales a dejar las bicis en Boxes y recoger los dorsales y demás. Al llegar a Arenales el sábado por la tarde a dejar las bicis, y ver más de 1.000 bicis en Boxes, confieso que me entró algo de nervios y de instinto competitivo, puesto que hasta ese momento estaba totalmente tranquilo. Terminamos pronto, cena básicamente de hidratos y a acostarse pronto.

El Domingo, nos despertamos a horas intempestivas y ya vamos camino a #Arenales113. Yo salgo en el primer turno, el de las 7:50. El agua está en calma y bastante templada, todo pinta bien, el único inconveniente es que a penas he podido nadar antes de la prueba, comparándolo con Lanzarote, que había nadado todo el verano, me entra la presión pre nado, aunque es un pensamiento que abandona mi mente rápidamente, puesto que comparto Box con Dani Juan y Aron Fernández. Impresionante la línea de salida, muchísimos deportistas en la línea para saltar a nadar, nervios en el ambiente, dan el pistoletazo de salida para el primer grupo, las chicas con gorro rosa a las 07:45, nosotros salimos en 5 minutos. Ya todos preparados, comenzamos a aplaudir y suena la bocina. Entramos al mar como si fuésemos a la guerra, la estampa es memorable. Entro en el agua bastante rápido y entre manotazos, patadas, choques, el grupo se va dividiendo. Llegamos a la primera boya y cada vez nado más cómodo, menos gente a mi alrededor y ya tengo la cadencia de brazos y de respiración que buscaba. Me sorprendo lo bien que me encuentro. Sigo nadando hasta la segunda boya, en la que empiezo a adelantar gorros rosas, alguna chica que habían salido antes, por tanto, no se como voy, pero mal no tengo que ir porque estamos adelantando a chicas que habían salido 5 minutos antes, y que no nadaban mal.  Llego  a la última boya, en la que giramos ya hacia la orilla, a penas 500 metros nos separan de la primera transición, en cuanto giro la boya le pego el primer vistazo a mi reloj, marca 21 minutos: Respiro tranquilo, no se en cuanto tiempo acabaré, pero no voy mal. Sigo nadando encarando ya la orilla y por fin, toco con la mano derecha el suelo en una de las brazadas, esa es mi señal de que toca ponerse en pie.  Me pongo en pie, me levanto las gafas, miro mi reloj de nuevo, marca 32 minutos aunque todavía me quedan unos metros corriendo hasta pasar por el control de tiempo. Sonrío, un minuto menos que en Lanzarote y sin haber tenido casi tiempo de entrenar. El cuerpo humano es increíble, la memoria y la experiencia son vitales para este tipo de pruebas. Corro hacia mi bici, de camino, veo a Nando Coderch, me alegra verlo y sigo. De camino a mi bici, en Boxes, ya veo a Dani Juan que está en el suelo, poniéndose las zapatillas,  para salir con la bici, cruzamos dos palabras mientras corro hacia mi bici. Hago una transición bastante rápida, a penas 4 minutos en total y salgo con la bici.

Llega la primera fiesta. Los que hayáis hecho Arenales, sabréis de que os hablo. La cuesta que te encuentras nada más salir los boxes, es bastante pronunciada. Me pongo de pie y cuando se acaba la borro de mi mente rápidamente. Comenzamos a rodar en tramos más llanos. Me encuentro realmente cómodo. Llevamos 15km y me encuentro cada vez mejor. El cuentakilómetros, no baja de 35 km/h. Muy buenas sensaciones. Voy solo, y de repente me cruzo con una amiga, Alicia Algárate, dándolo todo, una campeona. Me pregunta si ha pinchado, cruzamos dos palabras y sigo. Sigo acoplado, cada vez más suelto, me cruzo con Enrico que acaba de salir del agua, porqué ha entrado al agua a las 08:10. Me alegro por él, se que ha pasado el agua ya, que es su muro, a partir de ahí, se que irá  a más. He hecho una natación decente, y de ahí que me pasen auténticos aviones por izquierda y derecha. Me pasan como mísiles. De hecho en varias ocasiones, pienso que he pinchado, a pesar de ir a más de 45km/h me pasan como si estuviese parado. Adelanto mucha gente. Cada uno lleva su propia batalla.

En el km 50 me encuentro con Aron, y lo pierdo de vista. Y en el km 65 me encuentro con Quique Bauzá, vamos los dos a buen ritmo juntos y cómodos. Hacemos los últimos km como si nada, y ya comenzamos a aflojar pensando en la segunda transición. Bajo plato y suelto piernas. Llegamos Quique y yo juntos a la línea de transición, cuanto de frente nos encontramos con Diana, su chica, sonrío, a penas puedo hablarle, pero le sonrío, y creo que entendió lo que me hubiese gustado decir si tuviese aire 😉 De esos momentos, que son como píldoras de energía: ver entre el público alguien que conoces, un grito, una palabra de ánimo…

Dejo la bici, miro el reloj, y entre la bici y la natación estoy en 3horas13 minutos.  Empiezo a hacer cálculos sobre el tiempo que podría tardar en cruzar meta y me empiezo a emocionar. El tiempo en el peor de los casos sería por debajo de 6 horas,  incluso si las cosas no salen mal, cerca de 5horas 40 minutos. Hago el cálculo mental varias veces, por si me estoy emocionando en vano y es un error, pero no. Hago una transición más bien lenta. Comienzo a correr en 3horas 17 minutos. Prefiero estirar bien antes de la carrera y hacer una transición lenta, que lanzarme a correr y pagar las consecuencias. En esta transición se me van casi 5 minutos.

Comienzo a correr, y las sensaciones no son buenas. He hecho la bici, 90k en 2h31minutos, quizá he forzado demasiado, y ahora lo pague en la carrera. No lo se. Me invaden las dudas. No corro cómodo, me pesan las piernas y no cojo ritmo. Para colmo, al kilómetro de comenzar, primera cuesta, y como guinda del pastel, unos escalones que parecen una pared vertical. Los escalones los subo andando, igual que todos los que iban conmigo. Termino los escalones y pienso que lo peor ha terminado, pero no es así, después de los escalones, nos espera otra cuesta pronunciada. Voy mirando el crono, y los tiempos que estoy haciendo son realmente malos. No voy bien. Se empiezan a desvanecer las expectativas de acercarme a 5h40. Llego a los 7 primeros km marcando un tiempo malo, pero va desapareciendo a la par la presión de mi mente, así que me dejo llevar y voy trotando cada vez más cómodo. Llego a las dunas, corriendo por arena, mejor dicho andando, en la playa, eso me acaba de rematar. Salgo de ese tramo, vuelvo al asfalto y sin darme cuenta, llego  a la mitad de la carrera, cerrando la primera vuelta de las dos que tenemos que hacer. Me chillan desde el público, Miguel Navarro y Lorena Meroño están entre el público. A los pocos metros Pascual y Raquel. Cada vez que veo a alguien, mi ritmo aumenta, y me encuentro mejor. Comienzo la segunda vuelta, me gritan, es Antonio Canales, un futuro triatleta y MBA al que he dado clase hace escasas semanas, sigo con la segunda vuelta. Voy sonriendo mientras corro, me encuentro mejor, el crono marca 4:22 y ya llevo la mitad de la carrera. Ya lo veo totalmente claro que bajaré de 6h sin mucho problema, salvo lesión.  La segunda vuelta, más que correr, me dedico a hacer cálculos, parezco una calculadora, no paro de hacer estimaciones de lo que tardaré si corriese a distintos ritmos. Se me dibuja una sonrisa pensando que me acercaré incluso a 5h30! Mi horquilla de tiempos oscila desde 5h30 hasta 5:50. Firmaría en ese momento cualquiera de los dos escenarios, veo más factible quedarme entre esos tiempos, más en los 5h40 porque a pesar de encontrarme bien, el cansancio comienza a hacer mella. Lo bueno de la segunda vuelta, es que ya tienes la experiencia de la primera vuelta, y no vas a ciegas, sabes donde apretar, donde guardar, etc. Volvemos a lo mismo, escalones, cuestas y llegamos de nuevo a la avenida de la playa. Sigo haciendo cálculos sin parar, cada vez lo veo más claro, estoy corriendo a buen ritmo, muchísimo mejor que la primera vuelta. Me dirijo hacia las dunas, Vicente, un monstruo del ultrafondo me grita desde el público.  Cada vez más contento. Ya estoy en las 5h atravesando el último avituallamiento, se que me queda todavía un tramo de tierra y las dunas. Hace mucho calor ya, es casi la una del mediodía. Sigo corriendo cuando me pasa Marcos Cazador de sueños como un auténtico avión. Sigo. Me sirve de gasolina. Cuando me doy cuenta, llevo algo más de 16km y estoy en 5h y escasos.  Me quedan aproximadamente 5km. Veo que me queda poco. La gente del público te empuja. Atravieso las dunas. Estoy a penas a 2km. Me encuentro muy bien, veo el crono y es una realidad que el tiempo que pensaba hacer será realidad. Estoy tan cerca de meta, que ya es difícil equivocarse con los cálculos. Me arrepiento de haber guardado tantas fuerzas, me encuentro demasiado bien, para estar a algo más de un km de meta. Así que comienzo a acelerar, adelanto mucha gente, veo gente al límite y me cruzo con la bici que va en dirección contraria cerrando la carrera con el último participante que está comenzando la carrera. Pienso que eso si que tiene mérito. Aún le quedan más de 2 horas de carrera. El crono es relativo, pero el esfuerzo es el mismo, a cada nivel. Todo se relativiza.

Sigo adelantando gente, me encuentro muy bien. Sigo acelerando. Casi voy a sprint. Veo el crono y está en 5h22 minutos y ya veo el arco de meta a lo lejos, como a 500 metros. Los mejores 500 metros de mi vida. Sensaciones bestiales, mucha emoción. Sigo sprintando. He adelantado más gente en los 2km de carrera que en los 21km. No dejo de mirar el reloj porque no me creo el tiempo. Cuando llego al arco que creía que era la meta, no lo era, hay otro, más adelante, a penas a 100 metros más. Pero ya estoy muy cerca. Aprieto los dientes y sigo. Para colmo, me está esperando a 50 metros de meta Quique Bauzá. Empezamos a correr juntos, entramos de la mano en meta. Increíble. Nos está esperando Ximo que abraza uno a uno los participantes. Paro el crono en 5h24. No puedo dejar de sonreír.

 

Cosas que he aprendido de #Arenales113

 

El tiempo final me hace muy feliz. 1hora y 11 minutos por debajo de Lanzarote, con menos preparación.

Pero no lo es todo. Mucho más importantes que eso, son las sensaciones experimentadas. El tiempo es la forma de medir tu rendimiento, pero…

hay cosas que no tiene precio:

 

Correr sonriendo

Entrar con un amigo en meta

Conocer tu cuerpo un poco más

La experiencia

Prepararte bien una prueba

Compartir con amigos

Un grito del público de alguien que conoces

Terminar una prueba de más de 5h a sprint

El compañerismo con gente que ni siquiera conoces

Ver que cada uno, libra su batalla

Superarse

El reto es mental e individual, la gloria de grupo y para compartirla con quien quieres

Buscar la motivación

 

Agradecimientos

 

Aquí será difícil que no olvide a alguien. Pero en resumen, GRACIAS a todos los que corristeis y que hicisteis que fuese posible una vez más. Enrico, ya sabes lo importante que eres para mi, nos queda mucho por hacer juntos este año y lo que nos venga por delante, con que estés a mi lado me sobra. Dani Juan, eres un capo, vas a fundir Bolton2013. Enrique Bauzá Frances, eres un fenómeno, como has entrenado estas últimas  semanas, la dedicación y el esmero te han llevado a coronarte en tu primer medio en poco más de 5h, es una locura, enhorabuena. Nos queda mucho por delante tigre. Aron e Iker, por venir desde Bilbao y compartir estos días, Iker el año que viene te sacas la espina y Aron, te has lucido en tu debut! Arturo Vicente, por esos entrenos de última hora y ver que has acabdo muy bien, Marcos Cazador de Sueños, por #volaropetar, eres un fenómeno. Marcel Fernández, por estrenarse en esta distancia, toca seguir. A Octavio por poner un poco de orden y sentido en esta preparación, amigo, sin ti no habría sido posible no te quepa duda. A Virginia, por estar siempre ahí, aguantando madrugones, dietas, charlas interminables sobre triatlón, pilar fundamental en mi vida, sin ti no sería posible. Y a todos los que de una forma u otra contribuisteis a esto, Lorena por traer a los peques a meta, Diana por esas fotazas y el apoyo, Antonio Andrés, la próxima corres con nosotros, Miguel y Lorena, se os echaba de menos, Pascu y Raquel, lo mismo. Y por supuesto a mi familia., no hace falta dar motivos, simplemente por ser como son. Igualmente a Ximo, por esa excelente organización y ese abrazo en meta, que sabe a gloria.

 

No es un reto más, es un paso en la dirección que queremos ir

#Lovamosaconseguir