Tus propios momentos de la verdad

Por todos es conocido el término con el que se acuña “los momentos de la verdad” de una empresa. Pero a nivel personal, también debes encontrar tus propios momentos de la verdad. Son fáciles de detectar.

¿Cómo saber cuál es tu momento de la verdad?

– Aquellas cosas a las que no te importa dedicarle horas. Cuantas más mejor. De hecho, no te importaría dedicarle las famosas 10.000 horas que dicen que son necesarias para los pilotos para convertirse en expertos.

– Actividades que cuando las realizas te sientes muy bien. Sientes que realmente eso es lo que te gusta, lo que te llena y realiza.

– Cuando realizas esa actividad, sientes que todo se para. Estás en ese momento, y te olvidas del resto, incluso de la realidad. Solo importa lo que estás haciendo. Nada más

– En esos momentos que sabes que das el extra, lo mejor que ti. Ese esfuerzo adicional que te hace excepcional

– Permanentemente tu cabeza y tus pensamientos vuelan a esa parte de tu vida que te gusta, no dejas de pensar en ideas, en cómo hacerlo de forma diferente, cómo mejorar.

– Cuando realizas cualquier otra actividad, piensas sin parar en cómo aplicarla a tus momentos de la verdad y ves conexiones donde otros ven simple información

– Te visualizas constantemente realizando esa actividad, y te gusta esa sensación

– No te importaría dedicarle el día entero a esa actividad

– No te importa cuanto tengas que viajar o esperar para realizar esa parte de tu vida, lo harás

¿Tienes claro cuáles son tus momentos de la verdad? 

 

 

 

No seas un gurú por favor

Haz lo que quieras. Sueña con tu futuro y trabaja para él. Pero no quieras ser un gurú. Ni siquiera dejes que te presenten como tal, en clases, conferencias, etc.

Pero el colmo de todo esto, y esto es verídico, es que ayer me pasaron un link a un foro, en el que un especialista (dejemoslo ahí) decía que se consideraba un especialista en cierto tema, que daba clases y demás, pero quería dar el siguiente paso, quería ser un gurú. Que si alguien le podía echar una mano y dar recomendaciones para ver que tipo de marketing tenía que hacer y que acciones para convertirse en un gurú. Desde que se dijo que nadie llevaría un teléfono inteligente en el bolsillo, creo que no he escuchado una burrada parecida.

He visto bastantes cosas en el mundo profesional. Pero esto pasa los límites de la ciencia ficción y entra en el dominio de series del tipo House, mentalista, Castle y derivados. Se nos ha ido de las manos.

He visto gente asentir con la cabeza con sonrisa ancha mirando al público, cuando la presentaban delante de más de 100 personas como el gurú de tal materia o disciplina. Eso ya me parece fuerte, tan fuerte como su ego. Pero, que ya digas publicamente que quieres ser un gurú y preguntar qué tienes que hacer para ello, roza mis límites. Lo primero que tienes que hacer es trataros, hablo en plural, porque tu psicólogo te cobrará el doble por hora, ya que sois dos personas, tú y tu ego. Así que dile que necesitaréis dos divanes para tumbaros los dos juntos.

No perdamos la perspectiva humana y olvidemos las etiquetas. Lo mejor que he visto en mi vida, es a gente ordinaria hacer cosas extraordinarias.

Para terminar, parafraseando al gran Aitor Contreras, relativo a este asunto, comentó que él estaba buscando info para Chamán, con especialidad en Danza de la Lluvia. Muy grande Aitor, paténtalo, por si acaso.

 

Foto: Seth Godin figure