Quiere más, parlotea menos

San Valentín es un día comercial. Lo ha inventado el Corte Inglés.Una excusa para gastar, para salir a cenar con tu chic@. Venga si, todos lo sabemos.

¿Eso es malo?

Buscar excusas para decir “te quiero”, tener un detalle con tu pareja o pasar más tiempo juntos, con el tiempo, me parece cada vez, un “engaño” al cual no me importa sucumbir. Probablemente sea comercial, pero desde luego, me parece una buena forma de gastar tu tiempo y dinero, con los tuyos.

Gente que crítica los cumpleaños, santos, navidad, ratoncito pérez, etc. Meteros en la cueva de lo monotonía y del sarcasmo y afilar vuestros comentarios irónicos. Yo mientras estaré comprando bombones, rosas, o estaré comiendo turrón y tocando la zambomba en navidad, así te aseguro, que es imposible no ser feliz.

Déjate de postureo, dile a esa persona lo especial que es para ti, que la quieres y si dices que es un día comercial, vete al campo y coge una flor o escríbele una carta.

Bonus advice: Es gratis, nada que ver con el corte inglés.

La vida va de detalles, la diferencia entre lo bueno y lo excepcional, es un detalle.

¿Sigues viendo este día tan negro?

PD: Mi web cumple justo hoy dos años, quieres más señales. La inauguré el día de San Valentín de 2012 😉

 

El trabajo dignifica

He escuchado muchas frases de ese calibre. Hazlo por amor, no por dinero. Trabaja por ti. El trabajo dignifica y un largo etcétera.

Hoy leyendo una frase de un gran profesional y mejor amigo, Andrés Pérez Ortega :”Tener muchos followers y “amigos” pero no ganar dinero es tan útil como vender muchos discos cuando estás muerto” me ha llevado a reflexionar sobre algunas de las cosas que he visto últimamente. Se ha creado un nuevo puesto en algunas organizaciones, que se llama “Director de felicidad”. Realmente, después de “los salarios no han bajado, crecen moderadamente” y “el ministerio de la felicidad venezolano”, esta es sin duda, uno de los mayores insultos a la lógica, desarrollo y rentabilidad de una empresa.

¿Qué va a ser lo siguiente?

Pagar con golosinas a los empleados, con nubes rosas o mejor aún, que paguen ellos por ir a trabajar. No creo que quede mucho para escuchar algo parecido. Es cierto que no solo el factor económico, es el que te motiva, retiene, vincula o compromete, pero dejémonos de cuentos de Hansel y Gretel, y seamos francos. Cuando negocies con tu banco la hipoteca o tengas que renovar la línea de crédito para tu negocio, que cobras o ingresas poco, pero que eres muy feliz en tu trabajo, seguramente sea un factor decisivo para la negociación.

No sé a ti, pero a mi el trabajo, en términos generales, sinceramente no me dignifica, lo hago por lo que lo hago. Más de uno que se le llena la boca de nubes rosas, si les tocase el sueldo Nescafé para toda la vida, los ibas a ver despertándose a las 7am, seguro que si.

Desde hace un tiempo percibo rechazo a palabras como la venta, una venta es una venta, lo siento. Por mucho que la enmascares de colaboraciones, sinergias y empatías, o facilites sueños, lo que buscas y por lo que te van a medir es por lo que generes, punto. El único departamento que genera ingresos en una empresa es el comercial.

Nunca olvidaré una anécdota que me sucedió con un gran amigo, que estaba en una época de dudas en su trabajo, en una gran multinacional. Después de divagar sobre lo que él buscaba en su trabajo, que si crecimiento, que si desarrollo, que si realización, acabó confesándome literalmente “Lo que yo quiero es pasta!”. Me parece lo más lícito, pero debemos pedir lo que queremos recibir, sin filtros. De lo contrario puedes enredarte en planes de carrera que harán que no dejes de correr nuca.

Nada es gratis

Existe una corriente de favores, que está invadiendo todo. Tiene su lado positivo, pero debemos establecer algunos límites bajo mi humilde punto de vista. Está claro, vivimos en un mundo hiper conectado y universalmente horizontal, en el que el acceso a todo se ha democratizado, y podemos conectar con quien sea donde quiera que esté. Pero ojo, esto no significa que puedo pedir lo que quiera sin coste.

Me explico.

Es admisible y entendible, que si está en nuestras manos, y podemos ayudar a alguien, que lo hagamos. Pero aquí tenemos un conflicto, si el favor que te tengo que hacer es lo que “me da de comer” es cuando la cosa se complica. A través de la web social, todos ayudamos, aportamos y conectamos. Pero como digo, todo tiene un limite.

Jamás se te ocurriría ir a un restaurante y pedirle un favor, que te sirvan de comer gratis, o a un abogado privado que te represente sin coste,  ¿No? Pues a través de la web social creo que es lo mismo. Recientemente, una persona que cobraba sus servicios de consultoría (y no baratos) se sorprendía al hablar de tarifas para una conferencia. ¿Pero entonces, es correcto que cobres por un tangible y pones en valor tus servicios, y cuando escuchas fees de otros servicios, te chirrían los oídos?

Como he dicho al principio, está bien que estemos en una corriente de favores, pero siempre y cuando no sea tu negocio. Pedir recomendaciones, está bien,  hasta cierto punto también. Nada es gratis

Alguna vez me han pedido que facilite un contacto en algún país determinado, y encantado lo he facilitado, porque pienso que estamos en la era de compartir, pero resulta, que en alguna ocasión, por facilitar a una persona el contacto de otra, se ha tensado mi relación con este contacto por insistencia de la tercera persona. Entonces, aquí pasamos de una conexión o un “favor” a un fail en toda regla.

¿Cuál ha sido el ROI de esa acción? Desgastar y tensar una relación por haber hecho un contacto. Mal negocio.

Así que de ahora en adelante, plantéate antes de pedir una conferencia gratis, mail gratis, contacto gratis, recomendación gratis, si esa persona vive de ello. Y antes que eso, si tú mismo estás dispuesto a hacer gratis tu trabajo.

Independientemente de todo, la vida está para compartirla. Solo el amor es gratis.