Puede parecer un  vuelo cualquiera, de hecho, para casi todos los pasajeros, lo será; ese mismo vuelo, el vuelo de Iberia de los viernes a las 15:15h Bilbao – Alicante, lo habré cogido más de 15 veces este año. Pero hay una diferencia. Este es un vuelo en el que solo tengo billete de Ida. No tengo vuelta. Por una sencilla razón: me marcho.

Me despido de Bilbao, han sido 10 meses llenos de emociones, trabajo y experiencias, que por supuesto cargo a mi mochila. Sin duda una etapa muy bonita tanto a nivel personal como profesional.

He conocido a gente formidable, he madurado y crecido. Viajado. Conocido, incluso me llevo amigos, de Deusto, del mundo del triatlón y de esta tierra que me ha dado tanto, Bilbao. Pero no es una despedida triste, puesto que me vuelvo a mi tierra, Alicante. Donde tengo mucho, de hecho las cosas más importantes de mi vida. Y comienzo una nueva etapa. así como siempre he hecho, lleno mi mochila de las cosas positivas vividas, aprendo de lo negativo vivido, y arranco con más fuerza que nunca. Mil caminos, mil pasiones y lo más importante de todo, mi gente me esperan. También, ese clima, que tanto me ha faltado.

De Deusto Business School, me llevo un aprendizaje sin igual, gente valiente, arriesgada, innovadora y cariñosa, que me han acogido de una forma sin igual,me han hecho sentirme como en casa. A todos ellos, gracias! A pesar, de que no he estado demasiado “en casa”, ya que he estado en muy pocos meses, más de 7 veces del otro lado del océano. Aún así he tenido tiempo de conocer Bilbao a fondo y bastante de Donosti. Bilbao, una ciudad vanguardista, cultural y moderna como pocas he visto, y con me atrevería a decir, la mejor gastronomía. Solo puedo decir gracias.

 

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