Hace escasas dos semanas, en una conferencia en Medellín, dije entre otras cosas, que el ritmo de vida que llevaba me llevaba a dormir poco, que con pocas horas de sueño, funcionaba y que llevaba así varios años. A raíz de esa conferencia recibí varios mails de algunos asistentes, pero uno de ellos me marcó. En ese correo me preguntaba que cuántas horas de sueño le recomendaba dormir, que se consideraba una persona muy activa, y que quería sacarle el máximo provecho al día para hacer muchas cosas. Si consideraba que 3 o 4h de sueño por día, era bueno. De este mail saqué varias reflexiones:

– Lo que a una persona le sirva o funcione, no significa que al resto tenga que hacerlo. Me explico, hay gente que por genética o ritmo de vida, funciona con 4-5 horas de sueño diarias por norma y tienen días muy activos, trabajo, entrenamientos, hijos, etc. Pero cuidado, no significa que sea bueno ni favorable para todos. Habrá gente que necesite 7 – 8 h de sueño y no significa que por ello trabajen menos, o sean menos activos, para nada.

– Cuando te expones a una audiencia, puede parecer que lo que dices tiene más importancia, por estar donde estás. Para nada, solo compartimos una experiencia que ha podido funacionar con éxito o no. Pero cuidado, en ningún caso somos médicos para recomendar a nadie que duerma menos o más. Cada uno tiene que conocer su cuerpo y saber que le funciona mejor. Al fin y al cabo, es tu cuerpo, vives en él.

– Tenemos una gran responsabilidad sobre lo que decimos. Todo debe de ser contextualizado.

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