Pre Half Ironman Lanzarote 2012

¿Cómo nacen los retos y los sueños? Cómo llegamos a Lanzarote…

Normalmente rodeado de la gente que quieres y con ganas de superarte y descubrir tus límites. Y así fue, después del reto de la media maratón de Nueva York, en el mes de Julio, nos planteamos un triatlón.. ¿Cuál? Un medio Ironman. ¿Dónde? Un paraje diferente. ¿Lanzarote? Nos pareció buena opción. Junto a Enrico Ahrens y mi padre, buscamos la prueba, es el 8 de septiembre. Es demasiado pronto, quedan a penas 2 meses, no hemos tocado una bici de carretera, ni hemos nadado en la vida… En estos caso, el camino es más fácil si lo haces de la mano de profesionales, en este caso, Octavio Pérez, nuestro preparador, ha hecho mucho para que lo consigamos. Desde aquí amigo, darte las gracias por ponernos una meta tan ambiciosa, marcarnos las pautas y el camino. Manos a la obra, Octavio, nos pone a trabajar. Primera fase durante la segunda semana de Julio, dieta y entrenamiento casi sin descanso. Nos ponemos a ello, las dos primeras semanas son demoledoras, pasando hambre (que no venía nada mal, teniendo en cuenta, que por aquel entonces yo pesaba 106 kilos) y con agujetas por todo el cuerpo. A medida que avanzan los días, la dieta no te parece tan dura, los entrenamientos empiezas a disfrutarlos y las molestias van desapareciendo.

 

¿Qué obstáculos te encuentras por el camino?

 Toda esa gente que por tu bien y teniendo más experiencia que tu, te dicen, que es complicado preparar esa prueba en menos de dos meses. Que te lo pienses bien, que puede darse el caso que te lo prepares y no cruces meta, que demasiado precipitado, que lo atrases al año siguiente. Además, el Half Ironman Lanzarote, está considerado como el más duro del mundo, por ello, mucha gente por tu bien, te aconseja que elijas otro más sencillo, o más llano para empezar. O directamente, que sería lo normal, que empieces con distancia corta, un sprint, un olímpico, etc.

Molestias que te salen sin parar. Agujetas, dolores, roces, molestias, tirones, etc.

Me diagnosticaron, tras unos dolores de espalda cuando rodaba en bici más de 2 horas, síndrome de Bertoloti o sacralización de la L5. No ha sido fácil. ¿Me ha dolido? Por supuesto. Incluso algún día he tenido que dar media vuelta y volver a casa del dolor que sentía, pero los días que me encontrbaa bien, era una motivación extra para seguir. He estado en el hospital, fisios, osteopata, ejercicios de estiramiento, anti inflamatorios, etc. He pensado muchas veces, que no podría, pero el día de la prueba me respetó y pude acabar.

Es indudable, que preparar un medio Ironman en menos de dos meses, es una locura, por tanto te encontrarás muchos obstáculos por el camino, tanto internos como externos.  No ha sido fácil. 

Tienes que recortar tiempo de tu vida personal. Se complica mucho ver a tus amigos. Cuando quedas con ellos a “tomar algo” y te tomas un Aquarius o un agua, pareces un bicho raro, realmente quizá lo seas, y tienes una vocecita que te susurra que te pidas otra cosa, pero no hay voz más alta que la convicción en un reto y en uno mismo.  Te sientes en muchas ocasiones el aguafiestas de comidas familiares y demás. La tentación está en todos los momentos, tu mente debe saber lidiar con eso, de lo contrario, es fácil buscar excusas.

Tu pareja se resiente. Te acuestas pronto, te levantas pronto, estás cansado, a dieta… Realmente pones a prueba tu relación. Si sales de esto con tu pareja, probablemente, sea la pareja de tu vida. Gracias por aguantarme, sabes bien a que me refiero.

La dieta es dura, y realmente, se hace cuesta arriba y más en verano. He aprendido a comer 5 comidas al día, si te organizas, puedes. He aprendido a comer sano y con equilibrio. La recompensa: el día de la prueba, 1 mes y medio después de comenzar la dieta, pesaba 93 kilos! He perdido 13 kilos en este camino y te sientes mejor.

El sueño, es otra de las variables que sacrificas sin cesar. Te acuestas pronto, dejando de hacer otras cosas que te apetecen, te levantas excesivamente pronto, especialmente en verano, si quieres evitar el calor de mediodía y tienes que entrenar 5 horas, solo hay una forma, ¡madrugar mucho! Quedadas a las 6, 6:30, 7AM ya no te parecen una locura. Mil excusas te rondan la cabeza para no salir de la cama, cuando te suena el despertador. Pero tienes un objetivo. Sabes que no puedes ceder.

Desconoces la logística de un triatlón fuera de tu ciudad hasta que haces uno. Hotel, vuelos, inscripción, alquiler de coches, maletas, desmontar bicis y volver a montar varias veces, neopreno, bicicleta, gafas, gorro, zapatillas de correr, zapatillas de bici, gafas, casco, gorra, pulsímetro, dorsal, bidones, herramientas, sales minerales, etc. Se convierten en tu día a día.

 

Llegamos a Lanzarote

 

Tras el viaje, deshacemos maletas, montamos bicis y dejamos todo en boxes para el día siguiente, la prueba. Nos advierten que hay un puerto muy duro, de 22% de desnivel, así que decidimos ir a verlo el día antes, con el coche, para ver de qué se trata. El panorama es desolador. Tras varios kilómetros de subida constante, llegas en el km 45 a un desnivel del 22% en el puerto de Femés. Sinceramente, la cuesta más dura que he visto nunca. Volvemos al hotel con el ánimo bajo y planificas tu rodada en bici, sabiendo que tienes que guardar algo, porque en el 45 k te vas a encontrar con una pared vertical, en la que mucha gente se tiene que bajar y andar. No pasa nada, pero es un golpe psicológico y lo vas pensando, quieras o no. No dejas de pensar esa tarde si podrás pasarla sin poner el pie. Yo soy partidario de la visualización (os dejo el enlace a un post que escribí hace dos semanas sobre la visualización)  y eso hice. Me visualicé en repetidas ocasiones subiéndola, imaginando que sensaciones percibiría al llegar arriba. No dejaba de verlo en mi mente.

El día D

Sábado 8 septiembre, 6:30 AM suena el despertador. Desayuno abundante. Y vamos a boxes, nos preparamos para la natación. En la salida, ves de todo, gente nerviosa, gente tranquila, gente que reza, pero sobre todo, notas que la tensión te va invadiendo. Se acerca la hora de salida, las 8 AM. Está todo listo. Pero…

DUDAS

A punto de dar el pistoletazo de salida, te entran dudas. Es inevitable. Eres humano.

¿Habré entrenado demasiado? Entrenar a un mes y medio de la prueba hace que no tengas casi días de descanso. ¿Estaré sobre entrenado? ¿Demasiado cansado? Y al mismo tiempo, te invade el pensamiento contrario, ¿Habré entrenado lo suficiente? Miras a tu alrededor, y ves cuerpos atléticos y auténticos máquinas. ¿Realmente he entrenado para esto?

 

NATACIÓN

El tiempo pasa volando. Los minutos parecen segundos. De repente, escuchas un sonido, es la salida. Crono en marcha y al agua. Al ser mi primer triatlón, cometí un error, entré al agua demasiado fuerte. Llegué al primer barco a girar en el grupo de los 10 primeros. Puede parecer bueno, pero no lo es, tu nadas así unos metros, pero ellos nadan así los 1,9K. Al llegar al barco me pasaron literalmente por encima, manos, pies, golpes, de todo…La sensación de agobio es bastante grande. Agobiarte en el agua, no es nada agradable y menos en el Atlántico.

Salí de la natación el 79  de la general. Una transición rapidísima, y listo para la bici.  Incluso demasiado buena para ser mi primera transición.

 

BICI

 

90K con muchos desniveles, a penas llanos. Yo soy rodador, así que esto me perjudica. Como he dicho antes, salir del agua pronto, es una ventaja. Pero al mismo tiempo, un inconveniente, nadas más rápido que gente que rueda en bici infinitamente mejor que tú. Rápidamente, me empezaron a pasar misiles, me pasaban como balas, subiendo y bajando. A pesar de ir bien y cómodo, te pasaban como si fueses parado, intentas no seguirles porque sabes que van mejor que tú, pero aún así seguí a varios el tiempo que pude.

Voy descontando km, no dejo de pensar en la vertical, el puerto de Femés que me espera en el km 45. No paro de subir, las piernas van cargadas, y llego al km 40. Gel, barrita y líquido, me preparo para la subida. Empezamos a subir cada vez más. Llego a la base del puerto, y comienzo a ver los primeros que ya han puesto pie en tierra, trato de no mirarlos demasiado, para no pensar en poner el pie. Evito esa idea, pero las piernas te mandan otro mensaje, y ese mensaje es: bájate!

Sigo paladeando, te agarras a cualquier ánimo o aplauso de la gente para seguir subiendo. Como saben que es un punto complicado, toda la gente está ahí para ver ese punto. Además de la subida y el cansancio, añadimos, curvas de casi 180 grados, que dificultan más si cabe la subida.  Cada pedaleada es un logro, hago un giro a la derecha pronunciado, y comienzo a pensar que a la siguiente pedaleada voy a poner pie. Subo a 6 por hora. Casi andando, no dejo de repetirme, una pedaleada más y no pongo el pie, y así sucesivamente, hasta que veo una curva de izquierdas muy cerrada, y recuerdo, por la visita que hicimos el día anterior, que es la última. No dejo de adelantar a ciclistas que van andando, que ya se han rendido. Pero sigo. No se porqué, ni con qué fuerzas, pero sigo. Me agarro al comentario de una mujer del público: “Vamos que ya estás!” Levanto la cabeza y veo a 50 metros el final del puerto y un llano que me parece la gloria. Aprieto los dientes y no sé como, acelero. Todo va muy rápido, estoy arriba ya. Disfruto unos segundos, miro atrás, y comienzo de nuevo. Ruedo casi 20 km en solitario, y me parece escuchar la voz de Enrico. No hago caso. Y, de repente, aparece a mi lado, de la nada, me dice que iba detrás mía en el puerto. Me alegro enormemente al verlo. Ya estamos juntos. Pero inexplicablemente, se sale mi cadena. Me tengo que parar, a ponerla y veo como Enrico se aleja. Intento cogerle  pero se escapa. Acelero para ver si lo veo, no dejo de adelantar a gente, pero no lo veo, y sin esperarlo llego a meta. Los segundos 45K me pasaron volando. Ya estamos a 2/3 de la prueba.

 

Correr

 

De nuevo hago una transición muy rápida. Ya son las 12 del mediodía, así que el calor es insoportable y el viento va a la par. Hago una transición rápida, y ya noto que las piernas van cargadas. Me he vaciado en la bici y aún quedan 21,1k corriendo, siendo la carrera la parte que peor llevo.  El circuito es muy psicológico, puesto que son 3 vueltas, los corredores sabéis de qué hablo. Antes de llegar a la mitad de la primera vuelta, me cruzo con Enrico por fin, yo subo, y él baja a completar su primera vuelta, me choca la mano, lo veo entero. Me motiva. Voy a por él. Mi máxima alegría sería entrar con él en meta. Me esfuerzo, pero no lo veo ni siquiera a lo lejos. Cuando voy a cumplir mi primera vuelta, por fin, veo a mi padre. Cruzamos dos frases, me dice que va mal, que la bici lo ha destrozado, que siga que Enrico está delante. Sigo bajando, y veo a Enrico subir de nuevo. Chocamos manos de nuevo, me dice que acelere, que me espera, y eso hago. Pero hasta mucho tiempo después no me vuelvo a cruzar con él. A pesar de que trato de acelerar, la bici me pasa factura y el calor también. Veo auténticos cadáveres andantes, a penas se aguantan en pie. Gente al límite de sus fuerzas. Y gente que te pasa volando. Termino mi segunda vuelta. Y Sigo sin verle. Las fuerzas escasean, bebo todo lo que puedo son casi las 14h y el calor es infernal. Y cuando estoy en mi tercera vuelta me cruzo con Enrico de nuevo, él hacía su última bajada hacia meta, yo subía. Me dice que acelere. Llego a la mitad de la tercera vuelta y me ponen la tercera pulsera, pasaje directo a meta. Comienzo a bajar, adelantando gente, las piernas no responden, pero si la mente. Corro esos últimos 4k con la mente. Adelanto a un americano y le pregunto que queda para meta, entrecortado me dice, que 500 metros. Comienzo a sprintar, y por fin veo a Enrico. Nos juntamos y ahora si que quedaban 500 metros de verdad. Escucho al speaker. Veo el arco de meta y comenzamos a volar esos 500m. La sonrisa nos invade, no podemos dejar de sonreír. Nada puede evitar que lleguemos a meta. A 10 metros de meta, nos abrazamos, seguimos riendo. Pronuncian nuestros nombres por los altavoces y cruzamos la meta juntos. Pensaba que no había nada mejor que cruzar la meta y lograr un objetivo que parecía imposible. Pero si lo es. Cruzarla contigo, Enrico. ¿El tiempo y el crono? Que más da! Eso es superficial. Me quedo con el camino, con los entrenamientos, los momentos, las experiencias, las sensaciones. El organizador, Kenneth Gasque, al que felicito desde aquí, le pone la medalla a Enrico, luego me la pone a mi, no dejamos de sonreír. No se si el cansancio es superior a la euforia. No importa. Lo hemos conseguido. Keneth, me dice que le ponga la medalla a mi padre que entrará a meta dentro de poco. No puedo sentir más orgullo. A los 13 minutos, veo la sombra de mi padre. Cruza la meta, con 61 años, a solo 13 minutos nuestro. Le pongo la medalla, y nos abrazamos. Ese momento, se congela y se graba en nuestras retinas, lo recordaré el resto de mi vida. Los madrugones, la dieta, todo eso queda en segundo plano.

 

¿Qué he aprendido en la preparación de este medio Ironman?

 

–       No compites contra  nadie, ni siquiera contra el crono.  Solo contra ti mismo

–       Puede ser que seas bueno en algo. Pero allí donde vayas estará tu maestro. Te adelantarán auténticas balas, personas de 65 años, etc. Prepárate para ello, y se humilde para asimilarlo.

–       El cuerpo humano es extraordinario

–       Realmente es llevar el cuerpo al límite

–       El éxito en función de cada uno, será una meta. Escuché al ganador de esta prueba quejarse por el viento, porque no pudo bajar de 4h10 min. Otros no pudieron acabar.

–       El único lugar en el que encontrarás éxito antes que trabajo, es en el diccionario

–       La meta es importante, pero no olvides el mientras, la preparación. Disfruta de todo.

–       Sacrificio y sufrimiento son cosas bien distintas

–       Bebe cuando no tengas sed. Come cuando no tengas hambre. Si el cuerpo te pide algo, será demasiado tarde

– He aprendido a gestionar mi tiempo. A trabajar en menos horas, y a disfrutar de cada momento. El entrenamiento te quita varias horas al día. Exprime el tiempo que te queda y optimiza.

 

¿De qué NO va esto?

 

–       No es una cuestión de Ego ni de demostrar a nadie nada. Solo a ti mismo.

–       Allí donde vayas estará tu maestro

–       Este tipo de competiciones, pondrán a prueba tu humilda

–      Ironman no es un título, es una forma de pensar y vivir.

–      No te quedes en lo superficial. No hay super hombres. Solo gente que hace cosas extraordinarias.

 

Esto no se consigue solo

 

Gracias a todos los que habéis estado ahí, sea de la forma que sea. Gracias a los que creíste en mi. Gracias a Enrico, simplemente por ser como eres, por hacerme mejor persona solo por estar cerca tuyo. A mi padre, por ser un temerario con 61 años, ejemplo de constancia y disciplina. A mi hermano, por darme esos empujones cuando los necesitaba, a mi madre, a Virginia por aguantarme, apoyarme y comprenderme. A Octavio Pérez, por poner ese faro en el camino, ese apoyo incondicional. A Isra García por hacernos ver que nada es imposible, que hay que moverse en el terreno del hacer y no del decir, y no escuchar al darkside y por esos entrenamientos en Ibiza en la ultima semana. A Dani Juan, por el apoyo moral, desde la distancia te sentimos. A Aarón, mi osteopata, por estar encima mía después de los entrenos y dejarme como nuevo. En resumen, a todos lo que habéis de alguna forma confiado y apoyado en nosotros.

A los que no confiasteis, también. Mi máximo agradecimiento.  Recuerdo que a finales de Junio, cuando la idea me rondaba la cabeza, lo comenté con conocidos. Por suerte, su respuesta fue negativa. Me dijeron literalmente:

“Pablo, no tienes cuerpo de triatleta, eres demasiado grande y pesado. No lo vas a conseguir. De hecho si lo consigues, me corto la mano derecha”. En otra ocasión, otra persona se apostó una parte más íntima que la mano. Pero de corazón gracias. Gracias, por tratar de ser el freno a un sueño. Gracias. Porque desde ese día, tuve claro que seguro que si que lo haría. No se trata de venganza. Se trata de convertir en estímulos positivos lo que algunos piensan que te va a desmoralizar o dejar bajo de ánimo. Gracias, por pensar que no sería capaz. Esos comentarios me hicieron ver, que si que lo sería.

 

Seguimos

 

¿Qué nos espera? No lo se. Nadie lo sabe. ¿O quizá sí? Ironman UK Julio 2013 😉

Ya estamos inscritos. Así que vamos a por todas. Algo pasará.

 

#Lovamosaconseguir (#sinolohemosconseguidoya)

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13 Comments

  1. Eres un monstruo Pablito.

  2. BRAVOOOOOO PABLOOOOO!!! SABÍA que #loconseguirían!!!! Un fuerte abrazo y espero verte pronto!!! ;D

  3. Señor Ferreirós, gracias por compartir!! Vaya chute de motivación para el mundo!!
    y lo más bonito de todo…esto solo acaba de empezar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Un abrazo!!!!!!!!!!!
    #lovamosaconseguir #IMBolton2013

  4. Amigo excelente, el esfuerzo, la pasiòn y dedicaciòn te dan un impulso inconmesurable para conseguir tus metas…….. Mientras te leia, me traspolaba al trabajo y tantas actividades que tenemos, y como nos exigimos cada dia.

    La llegada a la meta siempre es acompañada con una gran sonrisa de satisfacciòn…….. Gracias por compartir tu vivencia, la disfrute y hasta me dolieron los muslos de las piernas en esas subidas con biciiiii   Uffffffff jajajajajaja.

    Exitos y continua adelante

    Soraya Galindo
    Maracaibo- Venezuela

    • Gracias Soraya por tus palabras. Un placer compartir con vosotros. De algún modo, toda la gente de nuestro alrededor son participes de alguna forma en mayor o menos grado de dicho logro. Muy feliz, y con nuevos retos. Espero que estés bien en la ciudad más fría del mundo 😉 Un fuerte abrazo 

  5. Describes con pasión y serenidad lo que hemos experimentado junto con el “big Enrico” este cálido verano-2012 y respecto a la alegría y sonrisa tengo que decir que una sonrisa cuesta menos que la luz y sin embargo alumbra más. Otros desafíos también se pueden plantear y conseguir. Lo realizado en la NYCityHalf y OceanLavaLanzarote dan buena fe de ello. Disfrutad y no de dejéis de plantearos metas u objetivos de todo tipo pues, a mi entender, son el verdadero motor de nuestra existencia. Nos vemos. Emilio Ferreirós 

  6. Pablito me han entrador ganas de entrenar!!! ;D  “Que grandes sois” FELICIDADES

  7. A veces suceden cosas que sacuden tus convicciones
    haciéndolas tambalear… y entonces dudas de aquello en lo que crees y por lo que
    has estado luchando.

    Estos tiempos que vivimos, convulsos, favorecen que la gente
    se comporte de un modo tal que, aun sin querer ofender o menospreciar, te
    llevan a calificarla de gente pequeña…

    Ahora parecía que todo a mi alrededor fuese gente pequeña,
    pero mira tú por dónde, dos chavales rebeldes y protestones que un día tuviste
    sentados en clase, hacen posible lo que parecía imposible y entonces  reafirmas tus convicciones, aquellas que
    despiertan tu admiración por el ser humano, ese 
    SER HUMANO en mayúsculas…Felicidades!!!! 
    sois  como ese vino joven que va
    camino de convertirse en un gran reserva. Mi enhorabuena, ah!, y la hago
    también extensible a E. Ferreiros, al que no tengo el placer de conocer, pero
    que sin duda merece  así mismo estos
    aplausos.

    • Gracias por tus palabras Carmen. Me ha gustado lo de “dos chavales rebeldes y protestones”. Viniendo de tu, me sabe mejor todavía esas palabras. Seguimos luchando parra mejorar. Un fuerte abrazo y gracias de nuevo. 

  8. Enhorabuena Pablo, tu relato ha conseguido emocionarme.
    Un abrazo


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