El nuevo cliente vive de historias, no de precio, ni de packaging

Tras la era del producto y la era de la marca, ha llegado para quedarse la era de las experiencias, de las vivencias y de las historias que le hagamos vivir al consumidor. Nuestro cliente vive de historias y está ávido de sentir con nuestro producto y poder identificarse con los VALS de nuestra marca.

No quiere que le hablemos de características tecnológicas, de precio, de materiales, ni de packagings. Solo quiere sentir con el producto. Vivir una experiencia junto a él en un mundo en el que el prosumer sale a cazar al lineal de venta o de forma on line, experiencias, sensaciones, vibraciones…

Si vas a hablarle a tu cliente de precio, es porque eres el más barato del mercado con diferencia, de lo contrario, ni lo intentes. No te molestes. Además, esta argumentación de venta tiene un problema y es que el cliente que compra por precio, no es fiel, ya que en cuanto encuentre una opción más barata, se irá sin dudarlo. No los catalogaría de mercenarios de precio, simplemente, no suelen sentir una afinidad con la marca y son compradors racionales, cuya única motivación es el precio.

Con toda la información que nos proporciona la web y el mundo 2-0, y el Sr. Google, no malgastes tus argumentos y campañas hablándole a tu cliente de tus características técnicas, ya que las puede encontrar sin mayor problema en tu propia web o en la web de webs: Google.

No le interrumpas su conversación con argumentos comerciales, genera una conversación en la que tu cliente sea parte de ella, huye del marketing interruptivo y genera un engagement con él. Analiza, estudia, customiza, adapta, personaliza y enamórale. Genera un halo de valores entorno a tu producto al cuál tu cliente se quiera identificar.